“Meet, Eat, Feet”: un año después

11 de febrero de 2025

Hace más de un año, Aiglon College presentó el “Conoce, Pies, Come.” En aquel momento, esta política se distinguía de las escuelas que habían optado por prohibir totalmente los teléfonos móviles durante la jornada escolar. Y sigue siendo así. Un año después, quiero reflexionar sobre por qué este enfoque, que establece límites claros al tiempo que fomenta la autorregulación, es tan característico de Aiglon.

Un enfoque equilibrado hacia la tecnología

En lugar de prohibir los teléfonos móviles, la política “Meet, Feet, Eat” de Aiglon se basa en la filosofía rectora de la escuela de equilibrar la mente, el cuerpo y el espíritu. Refleja nuestro compromiso con la autodisciplina, la responsabilidad personal y el desarrollo holístico.

La tecnología es una parte integral de la educación moderna. Al regular su uso en lugar de prohibirlo, alentamos a los estudiantes a integrar herramientas digitales en su aprendizaje de una manera que promueva el crecimiento intelectual, el pensamiento crítico y la independencia. La capacidad de gestionar las distracciones, adaptarse a diferentes entornos y participar de manera significativa en interacciones tanto digitales como del mundo real es una habilidad vital. Nuestros estudiantes tendrán que decidir cuándo es apropiado y cuándo no es apropiado usar dispositivos por el resto de sus vidas. Entonces, ¿por qué las escuelas no los ayudarían a hacer esto? Especialmente una escuela construida sobre conexiones genuinas entre el personal y los estudiantes, en el aula, en los internados y en la montaña.

“Pies” – Mirando hacia arriba y asimilando

El aspecto de los “pies” de la política no se limita a la seguridad, aunque también es importante. Todos hemos visto a personas caminar con los ojos pegados a las pantallas, ajenas a lo que sucede a su alrededor. Animar a los estudiantes a caminar con la cabeza en alto ayuda a cultivar la conciencia, la presencia y el bienestar.

Y vaya entorno que tenemos. El campus de Aiglon es en sí mismo un arma secreta para el bienestar: cada paso por su hermoso paisaje ofrece la oportunidad de despejar la mente, respirar el aire de la montaña y sentirse conectado tanto con las personas como con la naturaleza. Los estudiantes se desplazan por el campus de forma natural, sin pantallas, lo que refuerza el hábito de estar presente en el momento.

El poder de establecer límites claros

Al establecer límites claros sobre el uso del teléfono móvil, incluidos los horarios de las comidas, las reuniones, las meditaciones, las clases y los encuentros, el enfoque “Meet, Feet, Eat” ofrece a los estudiantes oportunidades diarias para tomar las decisiones correctas sobre el uso de su dispositivo. Y lo hacen.

Este enfoque se alinea con los principios rectores de Aiglon: desafío, respeto, responsabilidad, diversidad y servicio:

  • Desafío:Alentar a los estudiantes a regular el uso del teléfono requiere autodisciplina.
  • Respeto: La creación de espacios comunes sin pantallas fomenta el compromiso genuino con los compañeros.
  • Responsabilidad:Los estudiantes aprenden a equilibrar las interacciones digitales y del mundo real.
  • Servicio: Estar plenamente presente mejora el sentido de comunidad y pertenencia.

Algunos profesores tienen rutinas en el aula que obligan a los alumnos a dejar sus teléfonos en manos del profesor al comienzo de la clase; otros no, sino que les indican que los guarden en bolsos y bolsillos. Otros animan a los alumnos a sacar fotos de sus trabajos o experimentos, a completar exámenes en línea y a utilizar sus teléfonos cuando sea apropiado. Una regla general no se adapta a todas las situaciones.

Educación, no restricción

El enfoque de Aiglon respecto de los teléfonos móviles no se basa en el control, sino en la educación, el respeto y la responsabilidad. En lugar de imponer prohibiciones generales que ignoran las realidades de la vida moderna, enseñamos a los estudiantes a gestionar su uso de la tecnología de forma inteligente, ayudándolos a desarrollar la autodisciplina que necesitarán más allá de la escuela.

La única excepción: el sueño importa

Hay un área en la que sí aplicamos una prohibición: la noche. El sueño es vital para todos y los estudiantes de los años 5 a 11 entregan sus teléfonos antes de acostarse. Sin embargo, los de los años 12 y 13 tienen la libertad de quedarse con los suyos, lo que los prepara para la vida después de Aiglon, donde tendrán que gestionar sus propias rutinas. Aunque algunos estudiantes de estos años también optan por entregar sus teléfonos. 

El enfoque de Aiglon en la era digital

Un año después, está claro que el enfoque “Meet, Feet, Eat” funciona. Ayuda a los estudiantes a navegar por las complejidades de la era digital con conciencia, disciplina y equilibrio. Al establecer expectativas claras en lugar de imponer prohibiciones rotundas, creamos un entorno en el que los estudiantes desarrollan habilidades esenciales para la vida, preparándolos para el éxito, tanto en Aiglon como más allá. Aunque creo que un año después deberíamos cambiar el nombre de nuestra política a “Meet, Feet, Eat, Sleep”.

Darren Wise, director de TI, Aiglon College