De este experimento obtenemos la metáfora de la "prueba de fuego", una forma efectiva y definitiva de probar o medir algo. Por ejemplo, puede encontrarlo utilizado en política para evaluar el valor de una política, o en conservación, para determinar si la extinción de una especie está relacionada con la emergencia climática.
Usar microscopios para mirar los objetos más pequeños siempre es una actividad divertida en el salón de clases. Los niños pusieron cuidadosamente pequeñas cantidades de agua dulce en portaobjetos de microscopio y, usando las lentes para ajustar el enfoque, pudieron identificar miniinvertebrados que no podían ver a simple vista.
Este experimento les muestra a los niños que hay un mundo oculto allá afuera: debajo de sus pies, en ríos y arroyos, y en la vegetación y los árboles. La biodiversidad no siempre es visible de inmediato y es importante no olvidar que existe incluso cuando no podemos verla. Clasificar criaturas les enseña a los niños que las etiquetas importan, ya sea un objeto común como un libro, o el nombre de una criatura viva como un gusano, un caracol o un insecto.
Como si ese arduo trabajo no fuera suficiente, nuestros niños también aprendieron cómo los materiales pueden cambiar de un estado a otro: líquidos, gases y sólidos. Usando calor y hielo seco, observaron cómo el agua se congelaba, se derretía y luego se evaporaba. Observar los cambios de primera mano permite a los niños hacer predicciones sobre lo que sucederá a continuación.
El próximo invierno, la ciencia de esta semana estará en primer plano en la mente de nuestros niños de primaria cuando observen cómo el agua se convierte en hielo, cómo el vapor de agua que cae del cielo se convierte en nieve y por qué su cálido aliento es visible a medida que se evapora en el aire frío.
Muchas gracias a nuestro departamento de ciencias de la Escuela Superior y especialmente al súper maestro Paul Minton por crear lecciones tan divertidas y emocionantes para nuestros niños de primaria.